sábado, 24 de noviembre de 2012

Palabra cazada: Lívido




El Diccionario Académico define la palabra como: “amoratado, que tira a morado”. Las restantes palabras de la familia, como “lividez”, “lividecer”, “livor”, tienen también este significado de color amoratado.
Se utiliza, sin embargo, por mucha gente, incluso por escritores de cierta fama, en el sentido de “pálido y descolorido”. Hasta el punto de que alguien ha pedido que se “modernice” el Diccionario en esta palabra y se admita con el significado de pálido.
Lázaro Carreter deja claro que con la acepción de amoratado nos vinculamos al latín, mientras que con la acepción de pálido “aceptamos un huésped innecesario” que proviene del francés “livide” y “lividité”.

miércoles, 21 de noviembre de 2012

Palabra cazada: Semántica



Actualmente se utiliza esta palabra mal y con un sentido exactamente contrario al que en realidad significa.
La semántica es la ciencia de los significados, por tanto desentraña lo que las palabras y las frases quieren decir. Así cuando se dice que dos personas “difieren en lo semántico” no quiere decir que sólo están en desacuerdo en las palabras, sino que no están de acuerdo en sus posturas, en su manera de pensar sobre ese asunto.
Hoy, sin embargo, sobre todo los políticos hablan de “diferencias semánticas” y se refieren a que están en ciertos asuntos de acuerdo en la fundamental y que las discrepancias son sólo en el uso de palabras diferentes.
Lázaro Carreter invita a los políticos a dejar la semántica en paz y a utilizar esta palabra a todos los que de verdad sepan su significado.

jueves, 15 de noviembre de 2012

Palabra cazada: Doméstico



Según el diccionario, doméstico es: “Lo que pertenecer o es propio de la casa”; “Lo que se cría en casa”; “Criado que sirve en una casa”.
No debe emplearse el adjetivo para referirse a unidades superiores a la familia. Por lo tanto no es correcto emplearlo en el sentido de “nacional” (nunca doméstico podrá ser sinónimo de nacional), como es el significado que tiene el inglés “domestic”.
¿Por qué -se pregunta Lázaro Carreter- hemos de ir cediendo trozos de soberanía de nuestra lengua en favor del inglés, sin que nadie nos lo pida?

martes, 13 de noviembre de 2012

Palabra cazada: Ente





El Diccionario tiene como acepciones: “sujeto ridículo”, y como ente de razón “que no tiene ser real y verdadero y sólo existe en el entendimiento.”
Ente es un latinismo que es castellano desde el siglo XVII. Es sinónimo de ser, como un tecnicismo de la jerga filosófica. Después adquirió el tinte peyorativo de ridiculez que hemos mencionado.
Ente, aparte del sentido técnico filosófico, designa pues personas ridículas. ¿Dónde está el problema?
En la tendencia actual de usar “ente” en el sentido de “organismo” incluso por parte del Boletín Oficial del Estado: “...las lenguas vernáculas deberán estar protegidas por la acción del Estado y demás “entes” y corporaciones de Derecho Público”
Lázaro Carreter nos avisa de que “aún estamos a tiempo de utilizar “ente” con la acepción de “organismo”.