martes, 18 de febrero de 2014

Palabra cazada: La maratón


Lázaro Carreter dice que “un cambio de género inducido por otra lengua es un barbarismo tan torpe como la adopción de un extranjerismo.
Viene a cuento a propósito de “la maratón”. En los medios deportivos se oye hablar de “la maratón” seguramente por influencia italiana. Los que designan así a la carrera pedestre de resistencia de cuarenta y dos quilómetro ciento noventa y cinco metros, lo hacen porque imponen a “maratón” una concordancia subyacente con “carrera”: la carrera - la maratón.
Pero para el castellano (también para el francés y el alemán)  la palabra maratón es masculina, tal como lo registra el diccionario académico.
Si terminamos diciendo “la maratón” -dice Lázaro Carreter- lo hacemos con la misma lógica que si dijéramos “la impermeable”, haciendo concordar este adjetivo sustantivado con el género de “prenda”: la prenda - la impermeable.

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miércoles, 12 de febrero de 2014

Palabra cazada: Versus



En el sistema cerrado de las preposiciones castellanas: “a”, “ante”, “bajo”..., se nos ha colado el “versus”, con el sentido de “contra”.
Así oímos decir cosas tan horrorosas como “Barça versus Real Madrid” o “Partido Socialista versus Partido Popular”.
“Versus” es un término latino que significaba “en dirección a” o “hacia el lado de”.
Fue el idioma inglés quien lo introdujo primero en su vocabulario, pero cambiando su significación. Se utilizaba como término jurídico con el significado de “contra”: “Smit versus Ford”.
A nosotros, que ya teníamos nuestro “contra”, se nos llenaron los oídos con la novedad del “versus” inglés.

Lázaro Carreter dice al respecto: No hay novedad más imbécil y, por tanto, más necesaria para los imbéciles. Pronto terminaremos diciendo: “versus viento y marea” o “versus más me rasco, más me pica” y dejaremos el “recontra” por mojigato para exclamar ¡reversus!

viernes, 7 de febrero de 2014

Palabra cazada: Valorar positiva (o negativamente)


Lázaro Carreter califica esta expresión de asombrosa y singular. Hoy no extraña a nadie oír en los medios de comunicación noticias como la siguiente: “La resolución del gobierno ha sido valorada positivamente por los sindicatos y negativamente por la patronal”
Parece que nuestro idioma se hubiera empobrecido, perdiendo aquello de “compartir el parecer...” o de “estar conforme con...” o de “dar la razón a...”
Con su habitual ironía, dice Lázaro Carreter:
 -Mira que calcetines te he comprado -dirá un día la esposa al esposo.

-Los valoro positivamente -podrá contestar éste, suprimiendo el “son muy bonitos” o “me parecen muy alegres”, comentarios pueriles todos ellos.