El error
consiste en cambiar el género y “transvestir” la palabra. Se oye con frecuencia
hablar de “las antípodas” refiriéndose al lugar diametralmente opuesto a
aquel en que vive el hablante, en
nuestro caso, Australia y Nueva Zelanda.
Bien, el
Diccionario dice que “antípoda” es cualquier habitante del globo terrestre que
vive en el lugar diametralmente opuesto. Por extensión también se llama
“antípodas” a los territorios que mantienen idéntica oposición. En ambas
acepciones, la palabra es masculina. Así que deberemos decir “los antípodas”
(tanto a las personas como a los territorios) en lugar de “las antípodas”.
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