miércoles, 20 de marzo de 2013

Locución cazada: de cara a


Esta locución se utiliza mal con muchísima frecuencia. Por ejemplo: “Se está preparando de cara a la próxima competición” o “Hace propaganda de cara a las próximas elecciones”, etc.
El mal uso consiste en aplicar la locución para establecer relaciones de finalidad, cuando su utilización correcta es para establecer relaciones de dirección.
Está mal usada cuando se utiliza sustituyendo a nuestra preposición “para” o a nuestra locución “con vistas a”.
Lo correcto sería decir: “Se prepara para la próxima competición” o “hace propaganda de cara a las próximas elecciones.
“De cara a” está bien usada cuando equivale a “hacia” y tiene por término un lugar. Por ejemplo: “vayamos de cara al mar”.
Irónicamente nos dice Lázaro Carreter: “Cuidado, se empieza considerando las cosas “en base a”, se sitúan “a nivel de”, se empujan “de cara a” y se termina elevándolas a la “cumbre”.

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viernes, 8 de marzo de 2013

Vulgarismo cazado: Dequeísmo



Se detectó primero en los países americanos y ha proliferado, oyéndose hoy con muchísima frecuencia. Consiste en el uso del “de que” en lugar de “que” delante de oraciones complementarias de verbos como mandar, decir, pensar, contar, proponer, temer, suplicar…
Por ejemplo: “pensé  de que no vendría”, “le supliqué de que no me multara”,  “nos dijeron de que era mentira”… en lugar de “pensé que no vendría”, “le supliqué que  no me multara”, “nos dijeron que era mentira…”
Lázaro Carreter nos dice que es un vulgarismo y no una vulgaridad, hay que evitarlo. Explica que la diferencia entre vulgarismo y vulgaridad está en que la vulgaridad procede con afán de distinguirse, de ser moderno, de aparentar, mientras que el vulgarismo procede de quien sin tener otros recursos, cree de buena fe que es así como se habla.
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sábado, 2 de marzo de 2013

Palabra cazada: Colectivo




Este término procede del vocabulario comunista y designaba en el campo teatral al grupo que se autogestionaba de forma anónima, cuyos componentes estaban unidos por un interés en lo sociopolítico.
Hoy la palabra “colectivo” se ha extendido tanto que se habla de colectivo de notarios, de profesores, de médicos, de gais, de periodistas, de futbolistas…
Lázaro Carreter nos aclara que, según han coincidido un grupo de asesores lingüísticos “la palabra colectivo debe emplearse como conjunto de personas unidas por los mismos intereses políticos, artísticos, sociales, etc., que se agrupan para una empresa común, realizándola y gestionándola entre ellos. Debe extraerse el uso de “colectivo” para designar grupos en los que no se dan estas circunstancias.