Intrusión
de voces nuevas
Dice Lázaro Carreter:
“La intrusión de voces nuevas en cualquier idioma, en el nuestro por
tanto, suele motivar reacciones poco complacidas, incluso quienes cada día
viven inmersos en un ambiente anglosajón, y se ponen un slip y no unos calzoncillos.o se meten en unos pantys y no en unas medias, sin percibir que, llamándolos así,
están ofendiendo el que creen sagrado honor de nuestra lengua. Parece evidente
que el mundo moderno se encamina hacia la neutralización de las diferencias de
costumbres, modas y gustos mediante la adopción, no sólo voluntaria sino
entusiasta del modo de vida norteamericano.
Los entrenadores de fútbol ya no suelen recomendar furia a sus
jugadores, sino que se relajen, mucho relax;
vestimos vaqueros a la moda de Tejas,
desayunamos cereales a la americana,
endulzamos el café con sacarina,
acudimos al trabajo en un automóvil,
y aliviamos las retenciones
escuchando un compacto de música pop; buscamos con ahínco aparcamiento,
estamos en la oficina con aire
acondicionado, y cumplimos con lo que exige nuestra plena dedicación; hacemos huelga para exigir un aumento lineal que compense la inflación. Comemos en un snack de autoservicio tal vez un perro
caliente con cerveza ligth,
volvemos a casa, consagramos algún tiempo a nuestro hobby, que es quizá algo de footing
por la vecindad, seguido de más relax,
con un whisky, un bourbon o un maría
sangrienta mientras picamos frutos
secos y debatimos con la esposa o
compañera o compañero sentimental el
próximo fin de semana; comentamos un
interesante reportaje del magazine acerca de los famosos y famosas que se han hecho un lifting.
La cena, en que no faltan vegetales
por su benéfica fibra, y algún plato precocinado, da paso a la televisión donde veremos un serial norteamericano, un filme de suspense, o un western.”
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