lunes, 25 de septiembre de 2023

CON EL DARDO DE LÁZARO

Señalar por último que...

Dice Lázaro Carreter:

“Hace muy poco, cosa de meses, ha surgido un grupo resistente, cuya vigilancia urge. Forman la cofradía de esta nueva necedad, fundamentalmente, informadores de prensa, radio y televisión. Consiste la moderna sandez en construir oraciones con infinitivo y con función subordinante. He aquí un ejemplo: ‘... señalar por último que, según declaran algunos de los manifestantes, están dispuestos a la acción directa’. Ahí está el monstruito que algún degenerado engendró, y al que insuflan vida poderosa los medios de comunicación. Consiste, como pude verse, en expresar con un infinitivo una acción que exige sujeto ( y cuya formulación podía ser: ‘señalaremos, por último, que...’) u otro tipo de construcción (‘Hay que señalar...’; ‘Debe señalarse que...’, etc.). No es sólo ‘señalar’ el verbo privilegiado con este pedestre oficio, sino también otros varios, como ‘anunciar, recordar, puntualizar, advertir’ y varios más.

El camino esta abierto para que el idioma se nos transforme en chino de chiste: ‘Presidente anunciar que pronto convocar referéndum sobre estar en la OTAN. Oposición manifestar que a ella no gustar. Haber lío’. Puede ser un sistema igualitario, conforme a un método bien conocido: el de abatir toda excelencia y nivelar a ras de suelo. Pero no es lo que propagamos quienes fiamos en que, un día, se funde sobre nuestro idioma la Ciudad de la Palabra.”

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lunes, 18 de septiembre de 2023

CON EL DARDO DE LÁZARO

Ciudad de la palabra

Dice Lázaro Carreter:

“Somos pocos, pero vigorosamente utópicos, quienes creemos que será llegado un día en que el caudal del idioma esté repartido con equidad. Soñamos con un futuro en que una posesión igualitaria impedirá que haya ricos y pobres de labia; en que la cuidadosa administración de tan precioso bien hará que no se tolere manifestar estulticia hablando o escribiendo.; en que nadie podrá emplear el lenguaje como arma de dominio o estupefacción... Para que esa maravillosa ‘Ciudad de la Palabra’ pueda ser alcanzada, una revolución habrá de producirse. Muy pocos somos, es cierto, los que nos indignamos con los locuaces insolventes, pero creceremos, y llegará un instante en que tendremos fuerza para boicotear radios y televisiones rupestres, para arrojar de foros, cátedras, tribunas y púlpitos a los prevaricadores; para cerrar caminos electorales a los cerriles. Después de un proceso revolucionario, quedará instaurada la ‘Ciudad de la Palabra’, regida por pocas pero augustas leyes, que podrían ser estas:

1.      Habla y escribe de modo que todos te entiendan y reconozcan en ti un conciudadano civilizado.

2.      Procura que tu idioma, construido por tus predecesores a lo largo de varios siglos, y en el que se expresa una noble y gigantesca comunidad cultural, continúe permitiendo que ésta exista.

3.      Sé humilde: deja que sólo innoven los que saben. Si eres mentecato, no por decir ‘relax, prioritario, tema o en base a’ dejarás de serlo.

4.      Sólo humanos habitamos la ‘Ciudad de la Palabra’, no la conviertas en zahúrda.”

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martes, 12 de septiembre de 2023

CON EL DARDO DE LÁZARO

Evocar

Dice Lázaro Carreter:

 “He aquí una demostración más del estado de amasijo en que el idioma invade los sesos de muchos sujetos que viven de él: ‘Ambos ministros evocaron el contencioso de Gibraltar’. El lector tiene que imaginárselos, en este caso al nuestro y al de Gran Bretaña, apaciblemente sentados, , entornado soñadoramente los ojos, y susurrando entre sorbitos de té: ‘¿Recuerdas el tratado de Utrecht? Aquel sí que fue un gran tratado’. ‘Oh, no creas, querido. Manifestamos nuestro vigoroso deseo de recuperar el Peñón con las armas en varias ocasiones’. ‘Tiempos desmesurados aquellos’. ‘Ya lo creo. Pero la ONU ha apoyado numerosas veces nuestra causa’. ‘Con olvido de los gibraltareños, ¿no crees, querido?’. Y, así, ambas potestades van desgranando el rosario de sus ricos recuerdos, pues eso significa ‘evocar’: ‘traer alguna cosa a la memoria o a la imaginación’.

Han aprendido las palabras, conocen sus formas, pero los significados son, para ellos, gelatinosos, carentes de perfil; constituyen todos un engrudo. Almacenan las acepciones en estado viscoso, y, cuando echan mano de ellas, les sale una pasta idiomática sólo apta para el churros.”

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martes, 5 de septiembre de 2023

CON EL DARDO DE LÁZARO

Repasar

Dice Lázaro Carreter:

“Un verbo de reciente auge, sobre todo en las crónicas políticas, es ‘repasar’: ‘Los cancilleres del grupo Contadora repasarán la situación en Centroamérica’. Esto significa que volverán a pasar la vista por ella, para cerciorarse de que se la saben; o que la mirarán por encima o rápidamente, para ver si encuentran algún error. Pero da la impresión de que no harán eso los afanosos cancilleres, sino examinar cómo marchan aquellos complejos asuntos, para acomodar a la situación actual su plan de paz.

Sólo puede ‘repasarse’ lo ya realizado, sabido, estudiado, acordado, escrito..., para comprobarlo y corregir algún posible error o suplir alguna deficiencia; no para replantearlo y, en su caso, reordenarlo. Lo que los ‘media’ quieren decir es que los ministros ‘reexaminarán, volverán a estudiar, revisarán,  discutirán nuevamente’ o algo parecido, aquel sangrante conflicto. Pero esforzarse por hallar la expresión más sencilla y ajustada sería hazaña hercúlea para muchos.”

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