sábado, 25 de septiembre de 2021

Mis dardos son...

Dice Lázaro Carreter:

“Es inútil quejarse, aconsejar, censurar... escribo ya mis ‘dardos’ como elegías funerarias o epicedios tristes. Los leen sólo aquellos que comparten mi llanto. Hoy mismo he oído hablar a un ministro de una ‘Histórica actitud que pasará a la Historia’. Volviendo hacia casa, he puesto la radio en el coche. Un bárbaro del centro (emisor nacional) exaltaba una estupenda victoria de un equipo de baloncesto, muy importante aunque fuera ‘pírrica’. Inútil todo; mis ‘dardos’ son masajes cardíacos  a cadáveres.”

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sábado, 18 de septiembre de 2021

Especulaciones

Dice Lázaro Carreter:

“Un síntoma tan pequeño como es el empleo o el rechazo de un vocablo, me basta, como a muchos, para respetar o no al que escribe y habla. Por la lengua muere el que la usa públicamente. Y puede vivir. Desde hace pocos años, ha caído sobre nuestro idioma periodístico y político, como un aerolito, esta horrorosa palabra , sepultando otras nuestras y cegando las vecinas. Los ávidos de enseres funcionales para rellenar la testa, la han  acogido con el máximo gozo: ‘¡especulaciones!’. Ya no hablan de ‘cábalas, conjeturas y suposiciones; de presunciones y sospechas, de barruntos, indicios o previsiones’ con los verbos correspondientes. ¿A qué fatigar la memoria y apurar la sindéresis para dar con el vocablo más propio? ‘Se especula que’ (ni siquiera ‘con que’) tal vez ocurra esto o lo otro, y el asunto está resuelto; el subproducto de tan simple digestión mental son las ‘especulaciones’.”

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domingo, 12 de septiembre de 2021

Debajo del párpado

Dice Lázaro Carreter:

“No estoy seguro  del acierto de otro retransmisor oral meramente narrativo de un partido de fútbol.  Apareció en la pantalla el rostro sudado de un jugador –cero que polaco-, sangrando por una brecha abierta en el pómulo. El contador de evidencias aseveró­ ‘Como pueden ver, lleva una herida debajo del párpado’. Insisto: no sé si es prudente empezar a confundir de tal modo el vocabulario anatómico. Aunque tal vez sí: debo combatir mis prejuicios hasta el fondo y con todas las consecuencias. Hay que destruir el idioma español, hay que volverlo Babel. Ya ha alcanzado la altura de 5.174 pasos exactos, justo los que, según Matute de Peñafiel (1614) alarmaron a Dios hasta el punto de obligarle a formular su famosa condenación: ‘Venite, et confundamus linguam eorum... ut non audiat unusquisque vocem proximi sui’. Se me preguntará por qué  participo de ese furor destructivo. Mi motivo es sencillo: para lo que hay que oír... Pensamiento hondo, por cierto, y original, que brindo a los filósofos del fútbol.”

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lunes, 6 de septiembre de 2021

Suspender

Dice Lázaro Carreter:

“He aquí otra erosión innecesaria al castellano, sin más causa que la irresponsabilidad. Me refiero a los exámenes, con su cortejo de aprobados y suspensos. Se ha producido aquí también  el cese de la oposición entre ‘suspender y ser suspendido’. Hasta hace tal vez unos diez años, el profesor ‘suspendía’ y el alumno ‘era suspendido’. Resultaba apabullante la entrada del escolar en casa proclamando:’me han suspendido’. Ahora apechuga él con la acción, y afirma: ‘he suspndido’. Aquí ha obrado, claramente, la inducción analógica de ‘aprobar’ (‘He aprobado’ tres asignaturas) sobre ‘suspender’ (‘He suspendido’ tres asignaturas). Lo malo es que en lo de ‘suspender’, no tenemos locutor a quien echarle la culpa. La tiene el primer progenitor que, oyendo a su criatura decir eso, no la llevó al psicoanalista.”

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