Lázaro Carreter explica que ésta es una locución que
nos llegó de Francia, a raíz de la guerra de Indochina (Cessez - le - feu!) y
que fue calcada del inglés (cease - fire). Dice que el Diccionario académico
acoge la locución de “alto el fuego”, significando el cese de las acciones
militares y que, por lo tanto, no tiene nada que objetar.
Se queja, sin embargo, de que, como en otros muchos
casos, se prefiera una “expresión alienígena” en menoscabo de lo propio. Desde
el siglo XII tenemos la palabra “tregua”, recibida del gótico, que precisa
mucho más el significado (acuerdo o no entre las partes y cese temporal o
definitivo) y que relegamos a favor de “alto el fuego”, quizá por el mero hecho
de que resulta más sonoro.
No hay comentarios:
Publicar un comentario