La convivencia idiomàtica
Dice Lázaro Carreter:
“La democracia
ha tenido, entre otras virtudes, la de sacar a la luz conflictos que se estaban
pudriendo, como el de la convivencia idiomàtica, dificilísima ya a fuerza de torpezas represoras. Pero la
reacción amenaza con ser de signo idéntico y contrario, sin que nadie parezca
decidido a parar de una vez el péndulo. A un secular impulso expansivo del
castellano, en gran medida espontáneo aunque envenenado por las represiones,
está sucediendo el de rechazo que niega obstinadamente a aquel toda legitimidad
histórica. Y si la imposición de la lengua central servía claramente un
designio político, otros designios de ese mismo carácter sirven muchos
proyectos actuales para reducirla y amenguar su ámbito.Las lenguas son
inocentes, pero sirven como armas dóciles a quienes saben instrumentalizarlas
con astucia. Mientras la hegemonía obligada del castellano obedecía a un plan de
Estado uniformador más que unificador, las reticencias u hostilidades contra él
pueden deberse, en muchos casos, tanto o más que a salvaguardar las lenguas
antes oprimidas, a un propósito debilitador del Estado, que se ampara con el
sagrado derecho de defender el mayor tesoro espiritual de cada pueblo, que es su
idioma propio.”
Imagen:https://www.google.com/
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