¿De qué sirve el mando, si no?
Dice Lázaro
Carreter:
“Si se me
concediera el mando de la R se me otorgaría con la facultad de castigar: ¿de
qué sirve el mando, si no? No sería benévolo con quienes, cruzando ‘recordar y acordarse de’ dicen que no ‘se recuerdan’
de nada. Y aún menos con quienes usan ‘reclamarse
de’ (‘Los partidos que se reclaman de
izquierda...’, en vez de algo tan simple como ‘Los partidos de izquierda‘) Trinaría contra los que usan ‘rol’ por ‘papel’ y ‘royalty’ por patente o canon’-
Montaría en cólera contra el estúpido verbo ‘reiniciar’ (‘Al reiniciarse
el partido, el Zaragoza ha marcado un gol’): se podría ‘reiniciar’ lo que, habiéndose suspendido al momento de iniciarse,
empieza otra vez; pero no lo que prosigue tras una pausa; eso se ‘reanuda’. Se me llevarían los demonios
contra los que emplean ‘reivindicar’
en frases como ‘Nadie ha reivindicado
aún el crimen’, en vez de ‘Nadie se ha
declarado autor del crimen’ o ‘Nadie se ha atribuido aún el crimen’: ese
verbo connotado con rasgos de justicia y dignidad, se nos está ensangrentando.
Llegaría al encarnizamiento, con los que usan ‘reinsertarse’ por ‘reintegrarse’
y con los que hablan de ‘regulaciones’
en vez de ‘reglamento’ de ‘rango’ por ‘graduación’ y de ‘remodelación’,
en vez de usar ‘restructuración’, modificación’
o simplemente ‘reforma’. ¡Cuántos
gibraltares, cuántas malvinas, cedidos con el mayor gusto y conformidad por
nuestros deslenguados!!
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